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RESUMEN


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Forense testifica que niñera dominicana habría asesinado de 30 puñaladas dos niños a su cuidado

Forense testifica que niñera dominicana habría asesinado de 30 puñaladas dos niños a su cuidado




NUEVA YORK._ La doctora Susan Ely, médica forense actuante testificó el lunes en el juicio que se le sigue a la niñera dominicana Yoselyn Ortega, por los asesinatos de los niños Lucía y Leo Krim de 6 y 2 años de edad, que la acusada habría asesinado de 28 puñaladas a los menores que estaban a su cuidado, usando dos filosos y largos cuchillos. 


NUEVA YORK._ La niñera Yoselyn Ortega, habría asesinado de 30 puñaladas a los niños Lucía y Leo Krim de 6 y 2 años de edad, en octubre de 2012. (Fotos fuente externa)









Mientras la profesional exponía en detalles las heridas profundas que mataron a los niños, los que dijo, murieron desangrados más que por las estocadas, algunos de los jurados se quebraron. 

La forense, explicó que 22 de las puñaladas estaban en los cuellos de los niños y seis en el abdomen anterior y posterior. 

“Le cortó el cuello al pequeño Leo con un cuchillo de cocina”, dijo la forense. 

“Los niños sufrieron horriblemente antes de morir”, añadió la doctora en su testimonio. 

“Lucía probablemente giró su cuerpo para alejarse de la embestida, y estaba consciente, Leo sufrió seis heridas, todas en el cuello, y no le quedó sangre en el cuerpo cuando llegó a la mesa de autopsias”, añadió la doctora Ely. 

"No murieron inicialmente. Solo algunas de las heridas de cuchillo fueron fatales. Eso toma un orden de minutos, no de segundos", dijo. "Sangrar hasta la muerte lleva minutos". 

La niña luchó valientemente durante el sangriento, prolongado y salvaje ataque, describió la médica, detallando los 30 cortes, cortaduras y heridas profundas que cubrían su pequeño cuerpo. 

Según Ely, había 22 heridas de cuchillo al azar en el cuello, y agregó que sufrió otras seis en el abdomen anterior y posterior. 

Parecía que el cuello de Leo había sido cortado por la espalda, dijo la forense. 

La herida hecha por el cuchillo tenía de 11 pulgadas y medias de profundidad a un niño pequeño es una herida muy profunda", detalló, señalando que la herida le llegó a la columna vertebral. 

La niñera no estaba bajo la influencia de ninguna sustancia durante el ataque, testificó la forense bajo en el interrogatorio de la abogada defensora Valerie Van Leer Greenberg que representa a Ortega en el juicio. 

“Los niños no habían sido drogados o forzados a tomar alcohol para aliviar su sufrimiento”, dijo. 

Ortega, de 55 años, no mostró ninguna emoción mientras escuchaba sus presuntos horribles asesinatos relatados con detalles clínicos. La niñera que una vez fue de confianza, que afirma que su cuerpo fue dominado por el “demonio”, está alegando una defensa de locura a través de su abogada. 

"¿Estas lesiones no muestran las acciones de alguien que está completamente implosionado, que no tiene control?", le preguntó la abogada a la forense. 

"No puedo estar dentro de la mente de alguien", respondió la doctora. "Puedo decirte lo que el cuerpo nos dice. El cuerpo no miente". 

Luego de la forense, testificó la detective de la policía Jennifer O' Connell diciendo que cuando llegó a la escena, sabía que los niños estaban muertos porque estaban blancos como una sábana, sus ojos vidriosos y bien abiertos. 

"Se estaban mirando uno al otro", murmuró la oficial. 

La detective dijo que luego consoló a la histérica madre de los muertos señora Marina Krim, mientras se convulsionaba violentamente en una ambulancia, agarrando a su hija sobreviviente que se salvó de morir también asesinada porque en el momento de los crímenes estaba en la escuela. 




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