NUEVA YORK._ El laureado psicólogo dominicano Henry Montero Tapia, especialista en salud mental apoya la campaña educativa que lleva a cabo el Ministro de Salud Víctor Atallah Lajam para prevenir nuevos brotes del dengue en la República Dominicana.
NUEVA
YORK._ El laureado psicólogo Henry
Montero Tapia apoya la campaña de prevención contra nuevos brotes del dengue en
RD y hace recomendaciones al Ministro de Salud que figura a la derecha. (Fuente externa).
“La
epidemia actual muestra una concentración alarmante de casos en tres países:
Brasil, Paraguay y Argentina, que juntos suman el 92% de los casos y el 87% de
las muertes por dengue en la región, según datos de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS). Brasil, como epicentro, representa el 81% de
los casos, seguido de Paraguay con el 6%, y Argentina con el 3,4%. Este patrón
subraya la necesidad urgente de una respuesta coordinada y basada en la
educación”, explica el psicólogo.
Montero
Tapia indica que los desafíos en el manejo de la epidemia son múltiples y se
ven exacerbados por factores como el cambio climático, que favorece la
expansión de los vectores del dengue, los mosquitos Aedes aegypti y Aedes
albopictus, a nuevas áreas. “La pandemia de COVID-19 y la inestabilidad
política y financiera en varias regiones han debilitado aún más los sistemas de
salud, complicando los esfuerzos de respuesta y prevención”, añade el
especialista.
Expresa
que el enfoque de Atallah para abordar esta crisis se basa en tres pilares: la
educación pública, el monitoreo y control de vectores, y la gestión integrada
de mosquitos (IMM).
“La
estrategia incluye la difusión de conocimientos sobre cómo evitar picaduras de
mosquitos, identificar y eliminar criaderos potenciales, y reconocer los
síntomas del dengue para una pronta consulta médica. Además, se hace énfasis en
la vigilancia de los vectores para guiar las acciones de control y prevención”,
subraya el psicólogo.
Destaca
que la iniciativa también contempla el manejo de las secuelas psiquiátricas del
dengue, reconociendo la prevalencia de condiciones como la depresión y la
ansiedad en pacientes durante y después de la infección. Este enfoque integral
refleja un compromiso con la salud física y mental de la población afectada.
“Con
este enfoque proactivo y basado en la educación, el Ministro de Salud, Víctor
Atallah, busca no solo mitigar el impacto del dengue en el corto plazo sino
también fortalecer la resiliencia de las comunidades frente a futuros brotes.
Este esfuerzo requiere la participación activa de toda la sociedad, desde
autoridades sanitarias hasta el ciudadano común, en la adopción de prácticas de
prevención y en la respuesta a los desafíos planteados por el dengue y otras
enfermedades transmitidas por vectores”, sostiene el especialista.
Explica
que incorporando a las medidas ya delineadas por el Ministro de Salud, una
recomendación crucial para fortalecer la lucha contra el dengue involucra la
promoción activa de la participación comunitaria. “El enfoque debe extenderse
más allá de las acciones individuales para incluir la colaboración entre
vecinos, comunidades y organizaciones locales en las actividades de prevención
y control del dengue”.
Entre
las recomendaciones principales de Montero Tapia están el fomento de la participación
comunitaria y para amplificar el impacto de las iniciativas contra el dengue
recomienda organizar talleres de capacitación comunitaria en los que se pueden educar a los ciudadanos sobre la
importancia de eliminar los criaderos de mosquitos, cómo hacerlo efectivamente
y las prácticas de higiene necesarias para prevenir la proliferación del Aedes
aegypti.
“Además,
pueden servir para informar sobre los síntomas del dengue y la importancia de
buscar atención médica temprana, implementar programas de vigilancia vecinal, establecer
grupos de vigilancia comunitaria que puedan identificar y reportar áreas de
alto riesgo, como terrenos baldíos, recipientes abandonados y otros posibles
criaderos de mosquitos, a las autoridades locales para su pronta intervención”,
agrega el especialista.
También
promover campañas de limpieza comunitarias, fomentar la realización periódica
de jornadas de limpieza en barrios y comunidades para eliminar los desechos que
puedan acumular agua y servir como criaderos de mosquitos.
El
psicólogo agrega que además se deben involucrar a las escuelas indicando
que las instituciones educativas pueden
jugar un papel fundamental en la sensibilización sobre el dengue como integrar
programas educativos que enseñen a los niños y jóvenes sobre la prevención del
dengue puede ayudar a llevar el mensaje a los hogares, promoviendo prácticas
saludables en las familias.
“Esta
recomendación busca complementar las acciones del gobierno con participación de
la ciudadanía con una movilización comunitaria que permita una respuesta más ágil
y efectiva frente al dengue”, expone el psicólogo.
Subraya
que el éxito en la contención de esa enfermedad depende no solo de las
políticas de salud pública sino también del compromiso activo y la colaboración
de toda la sociedad.
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